LEYENDA DEL NOMBRE
La leyenda dice que un joven muy rebelde que venía con un grupo de mitmas aimaras decidió quedarse en el valle de Pachachaca. Tuvo varios hijos y entre ellos una hermosa hija que solía perderse entre los bellos paisajes abancaínos. Siempre la andaban buscando entre las cumbres. A los llamados, se escuchaba: "¡Ampay!" (acá está).
BOSQUE DE INTIMPA
El Rodal de intimpas (Podocarpus glomeratus) es la parte más valiosa de toda la flora nativa del Santuario y ocupa una extensión de aproximadamente 600 has. (41% de la masa forestal del bosque del Ampay y el 19% de extensión total del Santuario), con unos 60 árboles por hectárea, formando un ecosistema con gran número de plantas endémicas
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